«Bienaventurados serán cuando los insulten y persigan, y digan todo género de mal contra ustedes falsamente, por causa de Mí.» (Mateo 5:11)
En Mateo 5, encontramos una serie de dichos breves de Jesús. Todos empiezan con: «Bienaventurados…» y luego especifican quién es bendecido y por qué. Esta bendición de la que habla Jesús, es más que un sentimiento temporal de felicidad o «buena suerte». La bendición es un estado de bienestar en comunión con Dios, que experimentan las personas que aceptan a Jesús como su Salvador.
Únicamente si nuestros pecados son perdonados y se restablece la relación con Dios, podemos vivir en completa alegría. Aunque la bendición puede manifestarse en circunstancias terrenales, es principalmente espiritual: «Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales» (Efesios 1:3). Jesús enumera un par de características de estas personas que sirven a Dios y gozan de su bendición. En los próximos días, prestaremos atención a cada una de ellas.
¿Te consideras «bendecido»? ¿Experimenta esta comunión con Dios, o todavía hay algo que le separa de él?