“Y no enseñarán, cada uno a su prójimo y cada uno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor, porque todos me conocerán, desde el menor de ellos hasta el mayor” (Hebreos 8:11).
Un mundo perfecto
Imagina que toda la tierra está llena del conocimiento de Dios. Todas y cada una de las personas lo conocen íntimamente y no desean nada más que complacerlo. No habría enfermedades, drogas, asesinatos, trampas ni deudas. ¡Un mundo como ese estaría lleno de alegría, sol y vida! Parece que nuestro mundo actual está muy lejos de esta utopía.
Por el poder del Espíritu
Sin embargo, esta profecía que se cita del profeta Jeremías ya se ha cumplido parcialmente. En el versículo diez Dios dice: “Pondré mis leyes en su mente, y las escribiré en su corazón, y seré su Dios y ellos serán mi pueblo” (Hebreos 8:10, que es una cita de Jeremías 31: 33 y Zacarías 8: 8).
Cuando el Espíritu Santo fue derramado sobre los seguidores de Jesús en Hechos 2, esto es exactamente lo que sucedió. Y también hoy, cuando confías en Jesús como tu Salvador, recibirás el Espíritu Santo como una marca de pertenencia a Dios. El Espíritu Santo transformará su corazón y lo sintonizará con la voluntad de Dios. Por Su presencia en tu corazón podrás conocer realmente a Dios y entender lo que Él te enseña en Su Palabra, la Biblia. Junto con otros creyentes, forma una comunidad de personas que tienen como objetivo agradarle y vivir una vida sana.
Enséñense unos a otros acerca de Dios
La profecía del versículo 11 se ha cumplido parcialmente, pero espera su cumplimiento completo. Un día, Jesús regresará y una nueva tierra y un cielo nuevos se harán realidad. Hasta ese día, los seguidores de Jesús tienen el privilegio y el deber de enseñar a otros y unos a otros acerca de Dios. Dios no discrimina entre personas grandes e insignificantes. Él desea que todos lo conozcan y tengan vida.
Es todo acerca de Jesús
¿Conoce a Dios y anhela que otros también lo conozcan? ¡Enséñeles acerca de Jesús! ¿Aún no conoces a Dios, pero te gustaría conocerlo? Ore para que Él sea tu Salvador y Señor; ¡Él enviará su Espíritu a tu corazón!
¿Cómo le habla esta enseñanza bíblica? ¡Por favor comparte tus pensamientos abajo!
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