Ser como Cristo es algo que Dios desea para nosotros. Él trabajará en nuestras vidas para lograr eso, pero al mismo tiempo, nosotros tenemos la responsabilidad de trabajar en eso también.
Dios tiene el control. Es el plan de Dios para nosotros que nos volvamos como su hijo, Jesucristo
Porque a quienes Dios conoció de antemano, los destinó también desde el principio a reproducir la imagen de su Hijo, que había de ser el primogénito entre muchos hermanos. Romanos 8:29.
Esto pasa de a poco. Somos transformados a la semejanza de Cristo continuamente (2 Corintios 3:18). Otros versículos de la Biblia enfatizan el rol que debemos tener.
1 Timoteo 4:7 dice “Ejercítate para ser piadoso;”, y en 1 Corintios 11:1 leemos: “Sed imitadores de mí (Pablo), así como yo de Cristo.”
Cuando Dios creó a Adam y Eva ellos no tenían pecado, y Dios desea para nosotros que también vivamos en un estado santo y feliz, libres de la carga y esclavitud al pecado.
Cuando nos volvemos cristianos, es decir cuando aceptamos a Jesús como nuestro Salvador o Señor.
En aquel momento recibimos perdón por nuestros pecados. Sin embargo, somos conscientes de que todavía somos pecadores. Encontramos como Pablo pensó que en todos nuestros intentos sin la ayuda de Dios de hacer lo que es correcto fallamos en cada punto. En Romanos 7 Pablo dice esto. Incluso aunque que él quería hacer lo correcto, la maldad siempre estaba presente. Eso es suficiente para aclararnos que la semejanza con Cristo no es algo fácil. ¿Cómo puede alguien seguir el mandamiento de Pablo de imitar a Cristo? ¿Cómo podemos ejercitarnos para ser piadosos?
Este es el trabajo del Espíritu Santo de Dios dentro de nosotros. Él es el único que hace el trabajo. Pablo lo aclara en el siguiente capítulo, en Romanos 8. Debemos someternos a Él cuando nos hace conscientes de nuestras culpas, errores y pecados. Es importante ser sensibles a lo que nos muestra confesándoselo a Dios, pedirle que nos limpie y ayuda para no caer en la misma trampa otra vez. El Espíritu nos quiere dar una vida de victoria sobre las tentaciones y pecado. ¡Y si caemos nos quiere levantar, perdonar y limpiarnos otra vez para seguir con ánimo en la escuela del Espíritu hacia la meta de ser como Cristo!
Las personas que sienten o piensan que ya son buenas o que han alcanzado el nivel de semejanza con Cristo usualmente están muy orgullosas de sí mismas y juzgan a otros por sus propios criterios. Jesús parecía estar rodeado de estas personas, llamadas Fariseos. Ellas incluso se sintieron calificadas para juzgar que Jesús mismo no alcanzó el modelo de Dios. La Biblia nos ordena no juzgar a otros. Así que debemos recordar que volverse más como Cristo es un asunto personal entre cada uno y Dios.
Después de aceptar al Señor Jesús como Señor y Salvador de nuestra vida, y en nuestro deseo de ser discípulo y ser más como Cristo, tenemos que empezar desde nuestra posición de amor a Él, ¡porque Él venció al diablo, la muerte, deshizo el pecado por amor a nosotros! ¡Qué maravilla que Jesús entregó Su vida por nosotros para que podamos compartir la vida eterna y las increíbles riquezas de su gloria! ¿No te parece maravilloso ser Su discípulo?
Si con humildad y amor a Dios deseamos ser como Cristo aquí están los pasos más importantes después de convertirse en un discípulo y amante de Cristo.
1. Reconoce cuando has pecado y no alcanzaste el modelo de Dios, confiesa tu pecado a Dios y pide y recibe limpieza. Eso leemos en 1 Juan 1:9.
2. Sométete a Dios y dile que desde ahora quieres que Él te cambie para ser más como Cristo.
3. El Espíritu Santo va a tomar tus palabras literalmente y empezará a señalar cosas que necesitan ser cambiadas y confesadas. Tal vez encuentres que te cruzaras más y más gente que te molesta, te hace enojar, tienta tu paciencia, te trata injustamente, se aprovecha de ti o te difama, casi al punto de quebrarte.
4. Cuando te cruces con una situación así pide a Dios su ayuda para actuar, reaccionar o responder como Jesús lo haría. Tal vez no sea fácil y tal vez te encuentres con que fallas más veces de las que lo logras, pero si continuas sometiéndote a Dios y obedeciendo al Espíritu Santo empezarás a ver que tu respuesta automática al enojo, odio y deseo de venganza empezará a cambiar.
5. No te engañes a ti mismo, ser más como Cristo es una obra de Dios en ti que lleva toda la vida, y solo cuando estemos parados frente a Él en el cielo ese trabajo estará completo: “estén seguros de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;” (Filipenses 1:6)
Toda situación y cada paso caminando y siguiendo a Cristo será usadas por el Espíritu Santo para cambiarte y para ser más como Cristo. ¡Celebra cada victoria y cada paso en tu caminar con Él! ¡Vale la pena!
¿Te gustaría ser más como Cristo? ¿Qué será tu primer paso?