¿Cuál es la diferencia entre la tumba, el hades y el infierno? ¿Hay personas en el infierno y en el cielo todavía o están esperando la segunda venida de Cristo? ¿Cuál es el significado de la muerte en Apocalipsis 20: 11-15? ¿Cuál es la diferencia entre el infierno y el lago de fuego?
La muerte del ladrón en la cruz.
Cuando Jesús colgaba en la cruz, pronunció las palabras: «Hoy estarás conmigo en el paraíso», a uno de los ladrones (Lucas 23:43). Esto indica que justo después de la muerte del ladrón, él iría al cielo, porque confiaba en Jesús para su salvación. Otra indicación de la partida inmediata al cielo o al infierno es Lucas 16: 19-31. Jesús cuenta aquí la historia del hombre rico y del pobre Lázaro; no está del todo claro si esta es una parábola o no, pero es difícil creer que incluso si fuera una parábola, Jesús describiría una situación que es totalmente falsa. El hombre rico muere y se despierta en el hades, o infierno. Lázaro es llevado al seno de Abraham justo después de su muerte.
Pasaje de Apocalipsis.
El pasaje de Apocalipsis 20: 11-15 habla de muerte y hades, o infierno. La muerte aquí significa el último enemigo que será destruido cuando Cristo regrese y levante a los creyentes. Esto se refiere a la muerte física. Tanto la muerte como el hades serán arrojados al lago de fuego, que también se llama la segunda muerte. La segunda muerte se refiere a la muerte espiritual. Todas las personas que no se reconcilian con Dios a través de Jesucristo, serán arrojadas al lago de fuego (vers. 15). Este pasaje enseña que el Hades es temporal y existirá hasta que Jesús regrese. Después del gran juicio cuando se abran los libros (v. 12), el lago de fuego se tragó la muerte y la muerte junto con todos aquellos cuyos nombres no están en el libro de la vida; pero aquellos cuyos nombres están escritos en él, disfrutarán el nuevo cielo y la tierra (Apocalipsis 21).
Lugares que existen
Entonces, tanto el cielo como el infierno son lugares que existen hasta que Jesús regrese. Los que mueren en Cristo, existen en el cielo como espíritus (Hebreos 12:23) pero al regreso de Jesús, recibirán un nuevo cuerpo de resurrección que no estará sujeto a la enfermedad ni a la muerte (Apocalipsis 21: 4).La realidad del infierno y el lago de fuego es terrible. Una persona sin Cristo está completamente perdida en la muerte y la oscuridad. Dios no quiere que la gente termine de esta manera. Envió a su único Hijo para reconciliar a los pecadores con Él mismo: ‘Por nuestra causa lo hizo (a Jesús) como pecado aunque no conoció pecado, para que en Él podamos llegar a ser justicia de Dios’ (2 Corintios 5: 21). Pablo escribió a los creyentes de Corintios, que Dios implora a las personas que se reconcilien: «Te imploramos en nombre de Cristo, reconcíliate con Dios» (2 Corintios 5:20). Al igual que Pablo fue un embajador de Cristo, los creyentes de hoy en día son embajadores de Cristo que tienen la tarea de señalar a las personas a Cristo y a la reconciliación que solo se encuentra en él.
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