La respuesta corta a esta pregunta es sí. Pero la Biblia amplia un poco más las cosas.
A los pastores y los ancianos les es dada la responsabilidad de apacentar y cuidar el rebaño (cristianos y miembros de la iglesia) y, como tal, debemos obedecerlos (Romanos 13: 1-2, Hebreos 13:17), así como Moisés era el representante de Dios delante del pueblo de Israel. Si ellos pecan o hacen algo mal serán castigados con mayor severidad que las personas que no son líderes (Santiago 3:1).
Sin embargo, podría ser posible que en un momento dado un pastor o anciano comience a usar su posición para sus propios fines. A veces tratan de forzar a la gente que les obedezcan a ellos, diciendo que «Dios dice», o «la Biblia dice», pero en realidad están tratando de manipular a la gente para que hagan lo que ellos quieren, que no tiene nada que ver con Dios. Es por esto que es muy importante que cada miembro de la iglesia lea, conozca y entienda lo que la Biblia dice. Pero en fin, acusar o quejárse de un líder que Dios ha establecido es una cosa seria.
1 Timoteo 5:19 establece que una acusación contra un pastor o anciano debe tener más de un solo testigo. Si nos encontramos en una posición que nos sentimos nuestro pastor actúa mal, hay algunos pasos que tenemos que seguir, con el fin de resolver el problema. Mateo 18:15 – 20 aborda esta cuestión:
1) Asegúrate de que tienes todos los datos correctos.
2) Ve primero al pastor, anciano o líder, de quien sientes que él actúa impropiamente, y díle por qué no estás satisfecho con él, con respecto a lo que predica o enseña.
3) Si el pastor o líder no es capaz de explicar cómo o por qué las cosas se han dicho o hecho, vete a otro líder de la iglesia. Explica la situación y por qué crees que es un error.
4) Si el otro líder o líderes sienten que tienes razón en tu descontento, entonces, ellos deben ir al pastor acusado para hablar con él, juntos contigo.
5) Si el pastor aún no se arrepiente ni acepta que él es el culpable, los líderes tienen que tomar medidas para disciplinar o resolver la situación.
En cuanto a tí, tú debes orar por el pastor, y en el caso de que nada cambie, tal vez debes considerar si sería mejor afiliarte con otra iglesia.