‘Porque Dios no es injusto como para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún’ (Hebreos 6:10 Reina Valera).
‘Dios no es injusto como para olvidar lo que ustedes han hecho y cómo han ayudado y todavía ayudan o los santos por amor a su Nombre’ (Hebreos 6:10 La Biblia Latinoamericana)
¿Estás involucrado en un ministerio hacia sus hermanos en la fe? Tal vez eres un pastor que ha trabajado durante muchos años en una iglesia. O tú no eres un pastor, pero sólo un miembro activo de la iglesia, siempre atendiendo a tus hermanos y hermanas en tu iglesia local. Puedes sentir que sólo unas pocas personas parecen darse cuenta de todo el trabajo que estás haciendo y el amor que estás vertiendo en tu gente. Haces el trabajo por amor a Cristo, pero en ocasiones no puedes dejar de preguntarte si habrá una recompensa, algún día.
El autor de la carta a los Hebreos nos asegura que Dios no es injusto como para pasar por alto el trabajo y el amor por los santos. ¿Esto quiere decir que las cosas que haces por tus hermanos y hermanas, te rinden un cierto grado de mérito? ¿Será que tu salvación depende en parte de lo que haces para Dios? La Biblia enseña claramente en muchos lugares que no somos salvos por nuestras obras, sino sólo por la gracia de Dios. Así que este versículo debe apuntar a algún otro significado.
Al mostrar amor por los santos, por tus hermanos en la fe, reflejas la naturaleza de Dios. Dios ve en ti la obra del Espíritu Santo y la imagen de su Hijo, Jesucristo. Es por esto que no va a pasar por alto lo que haces a los demás por Su nombre. Al mostrar el amor de manera práctica, tu salvación se hace visible porque Jesucristo brilla en ti.
Cuando te sientes cansado en el servicio de Dios a sus hermanos en la fe, que son santos, pero no siempre se comportan como santos, parece este verso maravilloso. Dios ve todo lo que haces en su servicio. Y Cristo dijo: «En verdad les digo que, cuando lo hicieron a uno de los más pequeños de estos mis hermanos, me lo hicieron a mí.» (Mateo 25:40). No tienes que renunciar a servir a sus hermanos y hermanas, pero debes seguir adelante hasta el final!
Tómate tu tiempo para reflexionar sobre el amor de Dios hacia ti y para el deleite que siente por ti! No le agrada por las cosas que haces, pero en Su reino no lo va a pasar por alto.
¿Cómo habla este pasaje de la Biblia en tu vida? ¡Por favor comparte tus pensamientos abajo!
Leer: Hebreos 6: 9-12