La Biblia enseña a honrar a tus padres (Éxodo 20:12). Esto significa que cuando aún eres un niño y estás bajo la autoridad de tus padres, debes obedecerlos (Efesios 6: 1-3). Pero la relación con tus padres cambia cuando creces y alcanzas la mayoría de edad. Aunque nunca debes dejar de mostrar respeto a tus padres, ahora puedes tomar tus propias decisiones. La Biblia se refiere a este proceso en Génesis 2:24: «Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne». En este verso el hombre forma una nueva unidad con su esposa y así crece una cierta distancia entre él y sus padres. Los hijos adultos no son propiedad de sus padres y, por lo tanto, son libres de tomar sus propias decisiones, también en lo que respecta al matrimonio.
Preguntas antes de decidir ir en contra de los padres
Sin embargo, hay varias preguntas que uno debe hacerse antes de decidir ir en contra de los deseos de sus padres. Tu padre y tu madre te conocen muy bien y, a menudo, saben qué es lo mejor para ti. En muchos lugares del libro de Proverbios, se anima a los hijos a prestar atención a las instrucciones de sus padres (Proverbios 1: 8; 6:22; 23:22). ¡Así que sería prudente escuchar sus palabras! ¿Cuál es la razón por la que se oponen a su elección? ¿Son sus razones puramente egoístas o ven un peligro en su futuro esposo o esposa? ¿Son cristianos sus padres o los padres de su prometido (a)? ¿Su futuro esposo o esposa es cristiano? Si tus padres se oponen a tu elección porque tu prometido (a) no es cristiano, entonces es hora de escuchar muy de cerca lo que tienen que decir. La Biblia no aprueba el matrimonio con un incrédulo (2 Corintios 6:14; 1 Corintios 7:39). Pero si tus padres se oponen porque planeas casarte con un cristiano y ellos mismos no son creyentes, entonces el asunto es muy diferente.
Edad, posición y cultura
También marca la diferencia la edad que tiene y el tipo de posición que ocupa en la sociedad. Si es un adulto y ya ha construido una existencia independiente aparte de sus padres, es más natural tomar medidas independientes cuando se trata del matrimonio. Pero si todavía eres muy joven y vives con tus padres, tiene mucho más sentido escuchar a tus padres. También depende de la cultura; ¿A qué edad los jóvenes se consideran adultos en su cultura? ¿Qué implica «honrar a tu padre y a tu madre» en tu cultura?
Lleve este asunto ante Dios en oración y seguramente Él lo guiará por el camino correcto.
“Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus sendas”. (Proverbios 3: 5,6)
El matrimonio es un asunto serio y es muy bueno hacer preguntas como estas y llevarlas ante Dios, antes de casarse.
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