Dios no aprueba que las personas se involucren en más de una relación sexual simultáneamente. Dios creó al hombre y la mujer a su imagen (Génesis 1:27) y quiso que el hombre y la mujer estuvieran unidos en matrimonio (Génesis 2:24).
Cómo Dios había querido que fuera el matrimonio
En respuesta a una pregunta de los fariseos, Jesús cita Génesis 2:24 para explicar cómo Dios había querido que fuera el matrimonio: la unión de un hombre y una mujer, viviendo juntos fielmente (Mateo 19: 1-9). Cuando un hombre se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio. Solo cuando hay inmoralidad sexual, puede haber una excepción. En otro momento, Jesús dice que quien se divorcia de su esposa por otra razón que no sea la inmoralidad sexual, ¡la hace cometer adulterio! (Mateo 5:32).
Un hombre tuvo varias esposas
En ninguna parte de la Biblia leemos acerca de que una mujer tenga más de un esposo. Pero era bastante común en la época del Antiguo Testamento que un hombre tuviera varias esposas. Abraham tuvo dos esposas (Génesis 16: 3), Jacob cuatro (Génesis 30), el rey David un buen número (2 Samuel 5:13) y su hijo Salomón incluso mil (1 Reyes 11: 3). No leemos acerca de Dios condenando a estos hombres por tomar más de una esposa. Pero leemos en cada historia de toda la infelicidad en estas familias que tuvo su causa en la poligamia.
La mujer samaritana
Hay una mujer en la Biblia que había tenido más de un hombre: la mujer samaritana (Juan 4: 1-42, especialmente los versículos 16-18). Pero nada en el texto indica que tuvo a estos hombres simultáneamente; probablemente se había divorciado cinco veces y convivía con el sexto hombre sin molestarse en casarse. Jesús en realidad no le dice que esto esté mal, pero sabemos por su enseñanza sobre este tema que ciertamente no lo aprobó. Es seguro asumir que la vida de esta mujer cambió drásticamente después de que conoció a Jesús como el Mesías (Juan 4:39).
Volver a casarse después del divorcio
La Biblia aclara que las viudas o los viudos pueden volver a casarse. Su segundo matrimonio puede ser tan santo y bendecido como lo fue su primer matrimonio. Incluso se anima a las viudas jóvenes a volver a casarse y tener una familia (1 Timoteo 5:14).
¿Pero también es posible que una mujer, o un hombre, se vuelva a casar después de haberse divorciado? Por lo que Jesús dice sobre este tema en Mateo 5:32, sabemos que el divorcio solo está permitido en caso de que el cónyuge haya sido infiel (e incluso aquí, los cristianos tienen opiniones diferentes sobre cuándo se permite el divorcio y las segundas nupcias). En otros casos, usted comete adulterio al casarse de nuevo, y hace que la persona que se casa con usted también cometa adulterio: “Pero yo les digo que todo el que se divorcia de su esposa, excepto por motivo de inmoralidad sexual, la hace cometer adulterio, y el que se casa con una divorciada, comete adulterio” (Mateo 5:32).
¿Por qué Jesús es tan estricto? Porque el matrimonio, entre un hombre y una mujer, refleja la unión de Cristo y la iglesia. Cristo es la cabeza de la iglesia y la iglesia es su esposa (Efesios 5: 25-32). Él nunca le será infiel. Es una unión santa. Asimismo, la unión entre un hombre y una mujer casados es santa.
Un regalo maravilloso
El matrimonio es un maravilloso regalo de Dios que nos permite disfrutar del sexo dentro de los límites seguros que Dios mismo estableció. Y cuando el esposo y la esposa son fieles el uno al otro, es un cuadro maravilloso de la relación entre Cristo y la iglesia.
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