No permitas que tu corazón se abrume

«Estén alerta, no sea que sus corazones se carguen con disipación, embriaguez y con las preocupaciones de la vida,

y aquel día venga súbitamente sobre ustedes como un lazo;» (Lucas 21:34)

Jesús nos habló de la llegada de su Reino, pero nadie sabe cuándo llegará ese día. Por eso es importante estar preparados y «permanecer despiertos en todo momento» (Lucas 21:36). Obviamente, Jesús no quiere decir que debamos permanecer despiertos literalmente. Pero nuestros corazones deben estar centrados en el Reino de Dios, y no abrumados por todo tipo de preocupaciones y distracciones.

Nuestras mentes no deben estar absorbidas únicamente por las «preocupaciones de esta vida», sino dejar espacio para lo más crucial de la vida: buscar el Reino de Dios. Jesús enseñó a sus discípulos en Mateo 6:33: «Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas [ropa, comida] se os darán por añadidura».

¡Con qué facilidad nos sentimos «agobiados» por toda clase de cosas! En cambio, el apóstol Pedro nos recuerda que «el día del Señor vendrá como un ladrón». Por eso, debemos estar siempre preparados y vivir «vidas de santidad y piedad, esperando y apresurando la llegada del día de Dios» (2 Pedro 3:10-12).

¿Está tu corazón centrado en la venida del Reino de Dios?

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