Perspectivas útiles cuando amar al prójimo es difícil #2

Do you have to keep asking for forgiveness?

Entonces, llamando al siervo, su señor le dijo: “Siervo malvado, te perdoné toda aquella deuda porque me suplicaste. ¿No deberías tú también haberte compadecido de tu consiervo, así como yo me compadecí de ti?”. (Mateo 18:32-33)

Amar a nuestro «vecino» a menudo implica perdonarlo cuando nos ha ofendido de alguna manera. Esta ofensa puede ser seria, como vimos hace dos días. Si vamos a amar a esta persona de todas maneras, tendremos que perdonarlo una y otra vez.

Esto es precisamente lo que Pedro encontró difícil y le preguntó a Jesús cuántas veces tenía que perdonar a su hermano. En respuesta, Jesús contó una parábola sobre un siervo que se le perdonó una gran deuda, pero se negó a tener paciencia con un compañero siervo que le debía algo de dinero. La falta de compasión del siervo hizo que el rey se enojara mucho y fue entregado a los carceleros.

Esta parábola puede ayudarnos a poner las cosas en perspectiva. Sí, puede ser muy difícil perdonar a alguien que nos ha lastimado o dañado. Pero nosotros también somos pecadores y también necesitamos perdón.

Nuestros pecados contra Dios son infinitamente mayores que los pecados de nuestro vecino contra nosotros.

Si aceptamos su perdón, ¿no deberíamos estar dispuestos a perdonar a nuestro vecino?

Compartir post