Para aquellos que nunca lo han hecho, el ayuno puede parecer una práctica extraña. ¿Por qué alguien iría voluntariamente sin comida cuando tiene hambre? En el mundo moderno, la autocomplacencia y la gratificación instantánea son normales. ¿Por qué tenerlo más tarde cuando puedes tenerlo ahora? ¿Por qué rápido?
Ejemplos bíblicos
En la Biblia, hay numerosos ejemplos de personas ayunando que nos ayudan a responder la pregunta: «¿Por qué ayunar?» Cuando el profeta Jonás predicó a la gente de Nínive, los ninivitas ayunaron para mostrar su arrepentimiento y pena por el pecado (Jonás 3: 7 ) Cuando el hijo del rey David estaba cerca de la muerte, David ayunó para mostrar su dolor y dedicarse a la oración (2 Samuel 12:16). Cuando Jesús estaba siendo tentado en el desierto, ayunó para enfocarse en la oración y prepararse para la misión que tenía por delante (Juan 4). Del mismo modo, inmediatamente después de su dramática conversión en el camino a Damasco, el apóstol Pablo ayunó mientras oraba y trató de comprender lo que vio y lo que Cristo lo estaba llamando a hacer (Hechos 9).
Ayuno y oración
[pullquote]Las personas optaron por renunciar a la comida por un cierto período de tiempo para centrar su atención en Dios a través de la oración.[/pullquote]Lo que es común a todos estos ejemplos es la oración. Las personas optaron por renunciar a la comida por un cierto período de tiempo para centrar su atención en Dios a través de la oración. Algo muy significativo había sucedido en su vida, o se estaban preparando para algo muy significativo. El propósito del ayuno es dedicarse a Dios. Podría preguntarse: «¿No puedes dedicarte a Dios sin ayunar?» Sí, puedes. El ayuno no es un requisito bíblico, y algunos cristianos dudan en ayunar porque el ayuno a veces ha sido abusado por personas que querían demostrar a Dios u otros lo santos que eran. Jesús advirtió a sus discípulos que no ayunaran para impresionar a otros, sino que ayunaran en privado para honrar a Dios (Mateo 6: 1-18). Pero aunque el ayuno se puede hacer con la motivación equivocada, no significa que debamos evitarlo por completo.
Depende solo de Dios
Además de la oración, una de las principales razones para ayunar es recordarte a ti mismo que dependes solo de Dios. Cada vez que su estómago retumba, es un recordatorio de que no es autosuficiente sino que depende de Dios, quien nos da nuestro «pan de cada día» (Mateo 6:11). El hambre sirve para recordarnos que el pan no es nuestro dios. Dios es nuestro Dios. La provisión para nuestras necesidades proviene de Dios, no de nosotros. Cuando Satanás tentó a Jesús a convertir las piedras en pan, Jesús citó el Antiguo Testamento: «El hombre no vive solo de pan, sino de cada palabra que sale de la boca de Dios» (Mateo 4: 4). En su ayuno, Jesús afirmó que es dependiente de Dios y obediente solo a Él, no a su estómago ni a ninguna otra necesidad terrenal. Dios el Padre satisfaría las necesidades de Jesús cuando y como lo creyera conveniente. La prioridad de Jesús debe estar en la obediencia solo a Dios. Debido a que nuestros cuerpos y almas están conectados, el ayuno y la oración pueden ayudarnos a reenfocar nuestros corazones y mentes sobre Dios y sus propósitos en nuestras vidas. El dolor y la abnegación del ayuno también pueden ayudarnos a recordar el dolor y la abnegación que Jesús sufrió para lograr nuestra salvación.
¿Cómo ayunas?
Entonces, ¿cómo ayunas? Todos lo hacen de manera diferente. Algunas personas no comen ni beben nada durante veinticuatro horas, ya sea en una ocasión especial, o una vez a la semana, o una vez al mes. Otras personas beben agua o jugo de frutas en lugar de alimentos. Sin embargo, otros no comen ciertos tipos de alimentos por un período de tiempo, o solo tienen una comida en lugar de tres en un solo día. Debido a problemas médicos personales, algunas personas no pueden ayunar, o no pueden ayunar tan intensamente como otras.
Has lo fácil
Si nunca has ayunado antes, intenta hacerlo fácil, tal vez omitiendo solo una comida y tomándose el tiempo que normalmente comería para orar. La Biblia no exige el ayuno, pero los creyentes en Dios lo han practicado, tanto en la Biblia como a lo largo de la historia. Si quieres crecer en tu relación con Dios o si hay un evento importante en tu vida, el ayuno puede ser una bendición para ti. ¿Por qué no ayunar?
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