Convertirse o ser cristiano en contra de los deseos de alguien con autoridad sobre nosotros, es una pregunta realmente importante para pensar y tener una respuesta, ya que esto está sucediendo cada vez más en un mundo donde Dios, el Dios cristiano, está siendo rechazado por la gente en todo el mundo.
¿A quién hay que obedecer?
Dios es el Creador de todas las cosas. Él sigue teniendo el control de todas las cosas. Cada persona sobre la faz de la tierra ha sido creada por Él y para Él. Él desea que todos nosotros lo conozcamos a nivel personal. Jesús dijo que el mayor mandamiento era «Amar al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente» (Mateo 22:37). Así que, ante todo, debemos obedecerle.
Cuando los que tienen autoridad sobre nosotros nos prohíben seguirlo porque no lo conocen, o porque su tradición lo prohíbe, tienes que decidir a quién vas a obedecer.
Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres
En el Nuevo Testamento, después de que Jesús hubiera muerto, resucitado y regresado al cielo, sus discípulos comenzaron a contar las buenas noticias de Jesús a todo el mundo, y animaron a la gente a creer en Él. En ese momento los líderes religiosos estaban furiosos y trataron de erradicar la creencia de que Jesús era Dios persiguiendo a los discípulos.
Después de un incidente en el que fueron arrestados y los líderes les dijeron que debían dejar de hablar de Jesús, su respuesta fue: «Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres» (Hechos 5:29). Su primera lealtad era a Dios y su segunda lealtad al hombre. Se dieron cuenta de que, cuando ambos chocaban o estaban en desacuerdo, debían elegir siempre a Dios.
¿Cómo debo vivir entonces?
Una vez que hemos dicho que debemos obedecer a Dios en primer lugar, debemos recordar que todos los que tienen autoridad sobre nosotros han sido puestos allí por Dios mismo. Romanos 13:1 lo explica: «Porque no hay autoridad que no provenga de Dios, y las que hay son establecidas por Dios».
Mostrar respeto: debemos respetar siempre a quienes tienen autoridad sobre nosotros. Si vamos a creer en Dios en contra de su voluntad, podrías decirles respetuosamente que debes obedecer a Dios.
- Si te das cuenta de que esto puede poner en peligro tu vida, entonces sigue a Dios en silencio y pídele su sabiduría sobre a quién decírselo y cómo debes vivir.
- Vive la vida cristiana frente a los que tienen autoridad mostrando respeto, obediencia, amor, ayuda, paciencia, alegría, paz y ora para que vean que tu vida ha cambiado.
- Ora continuamente por ellos.
- Cuando tengas la oportunidad de salir de su autoridad, es decir, al casarte, dejar el hogar o alcanzar la mayoría de edad, entonces podrás declarar tu fe abiertamente.
¿Puedo ser cristiano si mis padres, o quienes tienen autoridad sobre mí, me lo prohíben?
La respuesta es claramente que sí, pero de tal mnera que los que tienen autoridad sobre ti se acerquen a Dios.
No grites, ni discutas, ni desprecies sus decisiones. Dios los hizo y los creó también y su deseo es que lleguen a conocerlo. Quizás Dios quiere que tú seas la persona que les ayude a ver eso. Así que sé sabio en todo lo que digas y hagas.