¿Qué dice la Biblia sobre el cuidado de los padres ancianos?

What does the Bible say about caring for your old parents?

Probablemente la primera indicación de que debemos cuidar de nuestros padres, aparece en los Diez Mandamientos: «Honra a tu padre y a tu madre para que tus días se alarguen en la tierra que el Señor tu Dios te da» (Éxodo 20:12). En el Antiguo Testamento, como en muchas culturas hoy en día, parece que las familias y sus parientes vivían juntos, por lo que el cuidado de los padres y parientes mayores era un asunto familiar.

En el Nuevo Testamento, la primera indicación de que los padres mayores no estaban siendo cuidados por los hijos o los miembros de la familia aparece en Hechos, donde la iglesia cuidó a las viudas en Hechos, Capítulo 6. Más tarde, Pablo da enseñanzas específicas sobre el cuidado de los padres y parientes mayores, 1 Timoteo 5: 3-4, 8 «La iglesia debe cuidar de cualquier viuda que no tenga a nadie más que la cuide. Pero si tiene hijos o nietos, su primera responsabilidad es mostrar piedad en el hogar y compensar a sus padres cuidándolos. Esto es algo que agrada mucho a Dios… Pero los que no se preocupan por sus propios parientes, especialmente los que viven en la misma casa, han negado lo que creemos. Tales personas son peores que los incrédulos”.

Estas son palabras muy fuertes de Pablo, pero es obvio que especialmente los cristianos, deben cuidar a sus padres a medida que crecen. En el mundo de hoy, las cosas se pueden ver de forma ligeramente diferente, en el sentido de que no todos los padres necesitan o quieren que se les cuide en los hogares de sus hijos. Muchas personas valoran su independencia y les resulta difícil aceptar la atención que los hijos intentan brindarles. Para los cristianos, el mandamiento de honrar a nuestros padres sigue en pie, y los hijos necesitan encontrar constantemente maneras de obedecer el quinto mandamiento, formas que honren a los padres y agraden a Dios, sin controlarlos o forzarlos a situaciones que, si bien, nos satisfacen, no les agradan, es decir, se mueven para estar más cerca de sus hijos pero a kilómetros de distancia de sus amigos, lo que los obliga a recibir atención residencial cuando no es lo que quieren.

A los ancianos se los ve a menudo como una carga más que como una bendición, quizás esto se deba a que no se les da el respeto que se les debe y por ello reaccionan negativamente. Los padres no viven para siempre, y muchos hijos tienen que vivir con la culpa de su actitud desconsiderada cuando sus padres han muerto, cuando con un poco de conciencia, oración, respeto y conversación se combaten los sentimientos duros, y las palabras airadas podrían haberse evitado.

¿Cómo te habla este pasaje de la Biblia? ¡Por favor comparte tus pensamientos abajo!

Lea también ¿Honrar a los padres que no se llevan bien?

Compartir post