Mucha gente hace preguntas sobre el fin del mundo. Algunas personas piensan que el final llegará gradualmente, a medida que el sol se apague lentamente durante los próximos miles de millones de años. Otros piensan que el final llegará mucho más repentinamente. Tal vez, como sugieren las recientes películas sobre catástrofes, ¡por un asteroide, un desastre nuclear o una invasión extraterrestre!
Todas estas suposiciones asumen que la historia es aleatoria y sin sentido. El bien y el mal nunca serán recompensados. Nunca se hará justicia y nuestras vidas son como exámenes sin calificaciones. ¿Por qué molestarse en trabajar duro o hacer algo bueno? ¡Comamos, bebamos y seamos felices, que mañana moriremos!
Día del juicio
Si piensas así, entonces la resurrección de Jesús es una advertencia para ti. Dios resucitó a Jesús de entre los muertos, y Dios enviará a Jesús de regreso a la tierra en el último día para juzgar al mundo (Hechos 17:31). La muerte no es un escape. En el Día del Juicio, Jesús nos convocará a todos de regreso de la tumba, resucitando a algunos y resucitando a otros para que sean condenados (Juan 5: 28-29). Si Jesús lo encuentra esperándolo, será salvo (Hebreos 9:28). Pero si no estás listo, Jesús te castigará por tus pecados con destrucción eterna (2 Tesalonicenses 1: 7-10).
Algunas personas han intentado predecir cuándo llegará el fin del mundo. Recientemente, por ejemplo, ha habido interés en el Calendario Maya. Jesús nos dice, sin embargo, que es imposible predecir el fin del mundo (Mateo 24: 42-44). Incluso Jesús no sabía cuándo regresaría (Marcos 13:32), y no se nos permite saberlo (Hechos 1: 7). Pero, si alguna vez escuchas noticias sobre guerras, hambrunas, terremotos o falsos Cristos, estas son advertencias de Dios para que te prepares, porque estas son señales de que Jesús regresará pronto (Mateo 24: 3-8).
Dios es paciente con nosotros
Algunas personas preguntan: ¿por qué ha pasado tanto tiempo, 2000 años, y Jesús todavía no ha venido? La respuesta es que Dios está siendo paciente con nosotros. Cada día que Dios se demora, Dios les está dando a todos otras 24 horas para arrepentirse y poner su confianza en Jesús y ser salvos (2 Pedro 3: 8-10). Dios está dando tiempo para que sus Buenas Nuevas sean predicadas a todas las tribus, lenguas y naciones del mundo, para que las personas de todas las naciones y etnias sean salvas (Apocalipsis 7: 9-10).
Jesús ciertamente regresará (Hechos 1:11). Pero Jesús contó parábolas enseñándonos a esperar un retraso antes de su regreso (por ejemplo, Mateo 13: 24-30, 36-40), y advertirnos que la forma en que tratamos a Jesús en esta vida determinará cómo Jesús nos tratará entonces (Lucas 19: 11-27; Marcos 8: 38). Lo único sensato que se puede hacer es prepararse ahora para el regreso de Jesús y ayudar a otros a hacer lo mismo (Hebreos 10: 24-25). Porque si vivimos para Jesús ahora, podemos esperar finalmente reunirnos con Él y con todos los demás cristianos, incluso aquellos que ya han muerto (1 Tesalonicenses 4: 13-5: 11).
Vale la pena confiar y obedecer a Jesús
Jesús nos advierte que confiar en Él y obedecerle será difícil, porque los cristianos deben sufrir persecuciones. ¡Pero vale la pena, tanto en este mundo como, especialmente, en el próximo (Marcos 10: 29-30)! Es posible que los no cristianos no nos respeten a nosotros ni a Jesús ahora, pero cuando Jesús regrese, todos lo verán a Él, y a nosotros, por lo que realmente somos (1 Juan 3: 2). Los no cristianos serán excluidos de la nueva creación de Dios (Apocalipsis 22: 14-15) y sufrirán para siempre en una oscura desesperación y dolorosa angustia (Mateo 22:13; 25:30). Pero si crees en Jesús y sufres por Él: ¡regocíjate (Mateo 5: 10-12)! Jesús te promete que disfrutarás de la vida eterna con Él en la nueva creación: una bendición infinitamente mayor que incluso el más espantoso de los sufrimientos que soportarás por Él hoy (Romanos 8: 17-21).
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