Todo el mundo se ha preguntado en un momento u otro por qué existen. ¿Cuál es mi propósito en la vida? ¿Hay incluso un propósito en la vida? Si es así, ¿qué es?
Muchas personas que pasan el tiempo en busca de su propósito en la vida llegan a muchas conclusiones diferentes. Sin embargo, la Biblia enseña claramente que nuestro propósito en la vida es lo que Dios nos ha dado. Él nos ha diseñado para glorificarlo, y disfrutar de él para siempre. Versos en la Biblia que se refieren a este fin para nuestras vidas se encuentran en toda la Escritura. Éstos son sólo algunos de ellos:
Estamos hechos para glorificar a Dios:
«Porque de él, por él y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.» (Romanos 11:36 NVI)
«Por lo tanto, si usted come o bebe, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.» (1 Corintios 10:31 NVI)
«Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria y el honor y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.» (Apocalipsis 4:11 NVI)
«El restaura mi alma. . Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.» (Salmo 23: 3 NVI)
Estamos hechos para gozar de Dios:
«Usted Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; a su diestra para siempre.» (Salmo 16:11 NVI)
«Regocijaos en el Señor siempre; Otra vez lo diré: ¡Regocijaos!» (Filipenses 4: 4 ESV).
«Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón.» (Salmos 37: 4 NVI)
«He aquí, Dios es mi salvación; Confiaré y no temeré; porque el Señor Dios es mi fortaleza y mi canción, y ha sido mi salvación.» (Isaías 12: 2 NVI).
«Y el ángel les dijo:»No temas, porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo.» (Lucas 2:10 NVI)
«Y oí una gran voz del cielo que decía:» He aquí, la morada de Dios con los hombres. El habitará con ellos, y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Él enjugará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas pasaron.» (Apocalipsis 21: 3-4 NVI).